El hecho de publicar estos escritos sobre el Empordà no convierte Xavier Febrés -uno de los estudiosos más veteranos de Josep Pla- en un autor monotemático. También ha publicado libros sobre Francia, Italia, Grecia o Argentina. Sencillamente, le gusta esta zona, la ha recorrido con un detenimiento especial y desovilla una historia en la que encajan todas las piezas gracias al estilo consolidado por el autor en la manera de mirar el mundo e invitar a disfrutarlo.
Arranca con un capítulo sobre las comarcas contiguas del Rosellón y el Vallespir, porque hace tiempo que intenta convencer a los amigos y los conocidos que algunos de los lugares más inspirados del Empordà se sitúan en las tierras catalanas de Francia. A continuación recorre los misterios de Cadaqués y el cabo de Creus, la capitalidad de Figueres, los pueblos del Alt Empordà, las tierras y los mares del condado de Empúries, el Cuadrado de Oro del Baix Empordà, los alrededores de Palafrugell, las sombras del macizo del Montgrí y los confines de Palamós y Sant Feliu de Guíxols.