En 1905 Henryk Sienkiewicz recibió el Premio Nobel de Literatura «por sus méritos destacados como escritor épico».
Efectivamente, las tres narraciones que reunimos en este volumen traducidas por Carles Riba, son unos relatos intensos y cautivadores, que retratan desde diversas perspectivas la vida de la época de su amada Polonia.
Militante siempre en el bando del nacionalismo polaco, la situación política de su país aflora en muchas de las narraciones y novelas que escribió, de las cuales es un ejemplo Bartek el Vencedor, en que Sienkiewicz explica la victoria alemana sobre Napoleón III durante la guerra Franco-prusiana (1870-1871) en un texto lleno de ironía. A través de Bartek, el autor remarca la contradicción de los soldados polacos que participaron en la contienda, en la que la victoria de los germanos sobre los franceses reforzó el dominio de Alemania sobre Polonia, una parábola aplicable a cualquier pueblo colonizado.
En las dos narraciones siguientes, L'àngel y L'organista de Poniklo, dos pequeñas joyas por la concisión y el despojo con que están escritas, Sienkiewicz nos sitúa en el ambiente rural de su país natal, en un estilo dramático, no exento de humor.