Figueres, 1976
Librera de profesión y por vocación. Cocinera por pasión. Aunque antes de vender libros se dedicó profesionalmente a la cocina, entre otros trabajos, por ahora no sabría decir si prefiere un buen libro o una buena comida. Lo que tiene claro es que tanto la lectura como la alimentación deben ser variadas y equilibradas, procurando practicar con moderación, pero sin llegar nunca a la dieta (y, de vez en cuando, un abuso de las dos cosas no hace daño a nadie, más bien todo lo contrario). Para ella un libro de cocina es como el ying y el yang: el equilibrio perfecto entre letras y alimentos.