«La locura, la privación del juicio, los principios morales activos fuertemente desviados y pervertidos, el poder de autodominio perdido o la indecencia como motor vital son las notas principales de la canción del friki perturbado que ha creado el autor para hacer de narrador de los treinta y seis (micro)cuentos de Insània.
La Insània debCallahan Ruiz habla de miedos, de puertos figurados, de crisis mentales, de angustias y de presencias-ultracosas (brujas, fantasmas, criaturas amorfas, unicornios, vibradores, encapuchados histéricos, figuras sombrías, masas serpenteantes, cuchicheos, ojos tentaculares, el Krampus...), de traumas no superados, de luchas contra los recuerdos y de sueños aterradores.
El retrato de la condición humana contemporánea que es Insània concluye que las necesidades más básicas de las personas son el amor y el sentido del amor al humor. Porque en Insània queda muy claro que somos hechos de fragmentos y que por este motivo ya no nos reconocemos al espejo, de tantas capas que llevamos encima. De tanta máscara. De tanta soledad.»
Anna Carreras