La novela de Pere Llovet se inicia con el ataque de Almanzor en Barcelona (año 985), la angustia del cambio de milenio, y se desarrolla durante el traslado de la sede del condado de Empúries desde Sant Martí en Castelló d'Empúries (año 1047).
La explicación predominante de los historiadores es que el traslado fue para protegerse de los ataques por mar, pero muchos piensan que fue para sacar provecho de las extensiones inundadas que en aquella época ocupaban la llanura del Empordà.
La trama trata de las intrigas, la especulación, el encarecimiento y los movimientos de protesta popular que supuestamente se produjeron y establece ciertos paralelismos con la que se produjo al final del franquismo.
Aquel fue el período en que se formó el habla catalana (Organyà) y en esta zona aparecieron los trovadores (canción), razones que hacen verosímil el paralelismo (en Castelló se celebra cada año Terra de trovadors).
Fue también un periodo de gran cambio cultural durante el que se incorporaron los avances tecnológicos y artísticos del Andaluz, se promocionó la educación del pueblo (Quatrivium), se establecieron las asambleas de Paz y Tregua (Abad Oliva) y otros cambios que encontraron la oposición, armada, de ciertos poderes (Mir Geribert).
El hilo conductor es el joven administrador del condado que, por su cargo, es un observador privilegiado. También está personalmente implicado en un asunto familiar que sucedió al ataque de Almanzor.
La música ocupa un lugar importante en la novela, ya que también experimentó grandes cambios (pentagrama, polifonía), así como la tramontana, el viento del Empordà.