Navegábamos en demanda del Mar Rojo aprovechando la contracorriente costera que discurre por el Canal de Mozambique a pocas millas de la provincia portuguesa de ultramar de igual nombre. Con el Canal de Suez cerrado a cal y canto, nuestro armador, un italiano de Pésaro con domicilio fiscal en Lugano, se había empeñado, mediante la circunnavegación de África, en mantener una línea más o menos regular con el mítico y bíblico Mar Eritreo.
Cecilio Pineda relata el apasionante viaje en compañía de un joven en su iniciación como segundo oficial de un buque mercante ... pero él era el capitán y yo el segundo oficial en mi primer embarque de piloto y había que tragar quina.
A través del viaje alrededor de África descubrimos ciudades y puertos míticos de aquel continente: Beira, Aden, Yibuti, Puerto Natal, etc. Pero sobre todo la vida diaria de un buque mercante en la década de los setenta del pasado siglo. Un microcosmos en el que se agudizan los caracteres y la convivencia es un ejercicio de equilibrios que no siempre se mantiene.